Imaginate la escena: una reunión importante. Las risas inundan el lugar. Y como protagonista de la velada, el aroma increíble que lo impregna todo: un pernil perfectamente cocido, con ese cuerito crujiente y una carne tiernísima que se corta con mirarla. Esa imagen es casi un sinónimo de buen momento https://barbarah072iik0.popup-blog.com/profile